‘En un mundo anterior’. Pedro Sevilla. Colección Calle del Aire. Renacimiento. Sevilla, 2022. 88 pp.
La poesía de Pedro Sevilla (Arcos de la Frontera, 1959) bebe de dos manantiales principales: unas profundas circunstancias autobiográficas de las que el poeta extrae la materia poética de su obra y una estudiosa devoción militante en la obra de Julio Mariscal, maestro y referente principal de Pedro Sevilla.
Atendiendo a estos dos ejes fundamentales, En un mundo anterior, último libro de poemas publicado por el poeta arcense, se enmarca dentro de una poesía con unas hondas raíces humanísticas en las que la memoria ejerce de vehículo vertebrador de unos textos que nadan, en la primera parte, entre la niñez y el recuerdo de los seres queridos. Particularmente destacable es la presencia determinante que en Pedro Sevilla ejercen las mujeres de su familia, con la figura de la madre como núcleo central de esa influencia y a cuyo recuerdo se dedican varios poemas.
Los poemas escritos a esa parte lejana, que es la infancia, están cargados de memoria sensitiva. Es el mundo carnal del niño que a través de los sentidos ingresa en la vida el que se desliza en estas primeras composiciones: el olor a romero que devuelve la madre a la memoria o el del café al que huelen las caravanas de aquellos «Gitanos» nómadas que llenaban el mundo de magia y ansias de aventuras, y a quienes Pedro Sevilla dedica también uno de los poemas: “Mi amor a los viajes (..) me viene de vosotros, de vuestros ojos llenos de horizontes.”
En la segunda parte del libro Pedro Sevilla despliega una serie de elementos naturales que empiezan con Venus y continúan en una serie de poemas titulados con nombres de árboles («Alto álamo», «Oliv», «El chopo», «El manzano»…), animales, principalmente pájaros («Gorriones en la lluvia», «El verdón», «Pájaros en las tumbas»…) o flores («Flor del geranio», flor de la jara en el poema «Domingo de resurrección»…) Son estos textos hermosas metáforas con las que machadianamente Pedro Sevilla utiliza los elementos de la naturaleza para hablar del alma humana: la bondad, la humildad, el miedo, la gratitud o la vanidad aparecen expresados en la poesía de esta parte del libro.
La tercera parte es un canto al carpe diem, a la fugacidad del tiempo y a la necesidad de vivirlo, con la presencia de la muerte como acicate. Es aquí donde encontramos unas de las principales referencias a Julio Mariscal: “Una muchacha / aferrada a una piedra donde dice / un nombre entre dos fechas”. Versos que podrían pertenecer perfectamente al célebre Corral de muertos, publicado por Julio Mariscal en 1953.
Con En un mundo anterior, Pedro Sevilla sigue profundizando en la construcción de la obra literaria humanística que tanto en su poesía como en su trilogía narrativa de la memoria (La fuente y la muerte, El pueblo, ya sabéis, y El amor es ahora) cultiva de manera brillante. Y es que Pedro Sevilla es bien conocedor de ese axioma que afirma, según el profesor Hernández Guerrero, que la literatura sirve si nos ayuda a entender y a interpretar nuestra propia vida. Leer a Pedro Sevilla es eso, un aprendizaje continuo en la poesía de nuestra vida.