La cultura japonesa parece gozar de un creciente prestigio en nuestro país. Pero más allá de sus expresiones culturales más difundidas internacionalmente –el manga, el sushi, el zen…–, por poco que profundicemos, el país del sol naciente nos puede sorprender con la riqueza y variedad de su arte y su literatura, que van desde el refinamiento extremo a la osadía y perversión también extremas.
Satori Ediciones es la única editorial española dedicada por entero a la publicación de títulos de literatura y cultura japonesa en general, “aparte de las editoriales manga”, subraya Marián Bango, que, junto a Alfonso García, está al frente de este proyecto, que ya ha cumplido su décimo aniversario.
Más de diez años de una editorial que se dedica únicamente a publicar literatura japonesa es toda una hazaña ¿Cómo fueron vuestros comienzos? ¿Qué os dio el impulso para embarcaros en esta aventura?
Visto ahora con perspectiva, la verdad es que es todo un logro haber llegado hasta aquí. Nuestros comienzos fueron muy modestos, muy intuitivos. Queríamos leer libros sobre Japón que no estaban editados en España y se nos ocurrió la idea de editarlos nosotros. Comenzamos la editorial publicando aquellos libros que nosotros, en primer lugar, queríamos leer. El impulso nació de nuestra afición lectora y nuestra pasión por Japón.
¿Quién está detrás de Satori? Háblanos de los promotores del proyecto y del equipo de colaboradores.
El corazón de Satori lo formamos Alfonso García y Marián Bango, dos amantes de la cultura japonesa en todas sus vertientes y dos apasionados de los libros en general. La nuestra es una editorial muy de corazón. Ponemos en cada libro un poco de nosotros mismos. El grupo de colaboradores es muy amplio: traductores, autores, ilustradores y maquetadores… Con todos ellos tenemos un trato cercano y nos gusta que se sientan muy partícipes de todo el proceso del libro. Muy especialmente con los autores, por supuesto, pero también con los traductores, con quienes trabajamos codo con codo. Me gustaría citar por ejemplo a traductores como Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, Carlos Rubio, Kayoko Takagi, Rumi Sato…
Tenéis un equipo de primera línea. Citas a Carlos Rubio o a Rodríguez-Izquierdo, que son dos de las personas que más saben de literatura japonesa en España. ¿Cómo empezaron a trabajar con vosotros?
En 2010, nos decidimos a dar el salto a la literatura. Hasta entonces habíamos publicado ensayo y obras literarias de Lafcadio Hearn (que escribía en inglés). Teníamos en mente la idea de la colección Maestros de la Literatura Japonesa y queríamos llevarla a cabo con un buen equipo de traductores y con el aporte de unas introducciones que ofrecieran al lector unas pinceladas sobre el autor, la obra y el contexto histórico. Esta era la idea que queríamos desarrollar y nos pusimos en contacto con Carlos Rubio. Recuerdo que nos presentamos en su casa de Toledo una tarde y nos recibió muy amablemente. Le gustó nuestro proyecto y le contagiamos nuestro entusiasmo. Hoy son ya treinta y dos los títulos en la colección Maestros de la Literatura Japonesa, que sigue creciendo. Algo parecido sucedió con la colección Maestros del Haiku. Ideamos el proyecto de colección (antologías bilingües de setenta haikus dedicadas a un autor y con una breve glosa explicativa). En este caso, la persona que teníamos en mente para este proyecto era el profesor Rodríguez-Izquierdo. Cuando le planteamos la idea de la colección, accedió encantado a trabajar con nosotros. Creo que ese entusiasmo que sentimos por lo que hacemos se acaba contagiando a todo el equipo.
Mencionabas antes que empezasteis a publicar los libros que os apetecía leer y que no estaban publicados. ¿Pensáis que hay un interés creciente por la literatura japonesa y por la cultura japonesa en general?
Afortunadamente el interés por Japón y por su cultura y literatura ha ido en aumento en los últimos años. Hace décadas, la gente veía Japón con distancia y la literatura japonesa le parecía algo lejano y difícil de entender al público lector general. Creo que las generaciones que han crecido leyendo manga y anime no sienten ajena la cultura japonesa. En este sentido, me resulta curioso ver cómo lectores jóvenes animan a sus padres a leer literatura japonesa y estos aceptan el reto.
Centrándonos en la literatura, y más allá del fenómeno manga que ha crecido enormemente en los últimos años, ¿por qué los autores japoneses atraen tanto al lector español? ¿Qué tiene de especial la literatura japonesa?
Es una pregunta de difícil respuesta. Hablaré desde mi experiencia como lectora, así que será una opinión subjetiva. Creo que lo que nos atrae de la literatura japonesa es su delicada sensibilidad (aun describiendo pasajes de lo más duro, los autores resultan emotivos), su modernidad intrínseca (aun tratándose de textos del siglo XII, estos resultan asombrosamente modernos). Son lecturas que llegan al corazón. También está el componente exótico y misterioso de una cultura lejana.
Aunque como digo siempre, Japón y España son dos caras de una misma moneda con puntos de contacto. Estamos lejos y cerca al mismo tiempo.
En la editorial trabajáis en varias líneas, desde clásicos hasta autores más actuales, e incluso libros sobre fenómenos muchos más recientes de la cultura japonesa. Me parece especialmente interesante la recuperación de una serie de autoras japonesas de todos los tiempos, algunas apenas conocidas por los lectores españoles y que, en su mayoría, no habían sido traducidas nunca al español. ¿Podrías hablarnos sobre esto?
El año pasado, aprovechando nuestro décimo aniversario, decidimos lanzar una campaña que llevaba por nombre «1000 años de literatura femenina en Japón». Nuestra idea era la de reivindicar a las autoras japonesas desde los comienzos de la literatura hasta la época actual. Curiosamente, la literatura japonesa nació de manos de mujer y en la Era Heian tenemos a autoras tan reconocidas como Murasaki Shikibu, Izumi Shikibu, Sei Shonagon… Todas ellas escribían, desde su reclusión en la corte imperial, literatura con mayúsculas. Obras que, como decía, asombran por su carácter netamente moderno. Con la llegada de los samuráis al poder y la imposición del confucionismo, toda esa creatividad literaria femenina se cortó prácticamente de raíz hasta que, a finales del XIX con la caída del gobierno Tokugawa, Japón se abre al mundo y florecen de nuevo las autoras, encabezadas por la maravillosa Higuchi Ichiyo (Cerezos en la oscuridad). Llegan después las autoras de los años 30, como Hayashi Fumiko (Nubes flotantes y Diario de una vagabunda) o Miyamoto Yuriko (Una flor), que nos dan testimonio de la dureza del Japón de preguerra y postguerra. Y como ejemplo de autoras contemporáneas tenemos a Banana Yoshimoto (Un viaje llamado vida) y a Misumi Kubo (Miro al cielo impotente), que nos hablan del Japón actual, con sus luces y sombras.
Con esta campaña hemos querido dar la importancia debida a todas estas autoras que han dejado sus nombres inscritos con letras de oro en la literatura japonesa. Nuestra idea como editores es la de seguir ahondando en sus obras y en la de otras muchas escritoras aún inéditas
Vuestros libros se caracterizan por el cuidado que ponéis en la edición, en la elección de autores y traductores… Ante el panorama editorial actual, en el que se publica mucho y mal, ¿es ésta una lucha contracorriente?
Para nosotros el continente y el contenido son uno. Disfrutamos enormemente con todo el proceso, desde la búsqueda del autor o la obra hasta la elección de la portada. Además, el arte japonés es tan rico, variado y hermoso… Siempre aparece la obra adecuada para ilustrar cualquier portada.
No sé si es una lucha contracorriente o si simplemente nos dejamos llevar por lo que nos pide cada libro.
Antes comentabas que Satori en una editorial «muy de corazón». ¿Qué retos futuros os planteáis como editores?
El principal reto para una editorial, a día de hoy y tal y como se presenta el panorama económico general, es simplemente el de poder seguir editando lo que nos gusta e ir avanzando poco a poco, pero con paso firme.
20 septiembre, 2018
Querida, María. Quizás esté desinformada, como tú apuntas. ¿Podrías aportar tus conocimientos sobre el asunto para que todos podamos salir de dudas? Te agradezco el amable comentario y tu lección de periodismo.
19 septiembre, 2018
Después de leer esta frase:
«Satori Ediciones es la única editorial española dedicada por entero a la publicación de títulos de literatura y cultura japonesa en general, “aparte de las editoriales manga”, subraya Marián Bango…»
No he podido seguir leyendo. ¿La ÚNICA? ¿Seguro?
Pedantería por parte de Marián Bango y desinformación por parte de quien firma el artículo, Mª Ángeles Robles.
En los primeros días de la carrera de periodismo, me enseñaron a contrastar la información.