Diario en la frontera: Distancia social
Cuando no estoy mirando por la ventana deambulo por las enciclopedias que el ordenador pone a mi alcance. Es un callejeo errático, ocioso, que no busca llegar a ninguna parte, menos a concluir nada. Me ha intrigado que llamen distancia social a la distancia fÃsica con la que en adelante deberÃamos relacionarnos. He leÃdo que, en antropologÃa, es la tercera de las cuatro medidas de nuestro espacio vital, zonas concéntricas en las que...
Diario en la frontera: Vecinos nuevos
Cada cierto tiempo dejo lo que esté haciendo y me asomo a la ventana. Por si ha ocurrido algo. Es cierto que ahora nuestras expectativas de lo que consideramos extraordinario se han achatado tanto que ya cualquier novedad nos parece merecedora de ser contada. Como parecÃa previsible suceden más cosas en la placita pública que en el patio interior, aunque también me hipnotice el gato de mis vecinas cuando sale a cazar halcones que solo...
Diario en la frontera: El territorio
Vivo en una casa sin balcones que es frontera de dos barrios gaditanos tan bien estructurados que parecen dos galaxias distintas. Mi salón da al sol de Poniente, donde comparto vistas a una despejada plaza con algunos bloques de lo que la prensa en su momento, ya con los barrios pijos sin un metro para edificar, describió como las viviendas de nueva construcción más caras de Cádiz. Si no dispusiéramos de ese preciso dato estadÃstico...
Un libro de viajes al corazón inseguro de la cocina
Reconozco que la gastronomÃa muchas veces agota, leemos libros que aburren en sus repeticiones, escuchamos continuas fantochadas de quien se cree que el universo culinario estalló en su ombligo, alardes de ignorancia como muestras de espontaneidad. Son tiempos en que cada dÃa hay alguien que inventa el trampantojo o los huevos fritos con chorizo. También quienes lo cuentan como primicia, como si no hubiera un mañana ni nadie tuviera...
Cocina bajo tierra
Los hornos de tierra, o pozos de cocción, son una técnica de cocinado tan antigua que se conocen vestigios en Europa desde el NeolÃtico, aunque relativamente escasos en comparación con otras culturas indÃgenas del PacÃfico o de las dos Américas. Consisten, básicamente, en un hueco excavado en el suelo que permite hornear, ahumar o cocer al vapor, según se echen dentro piedras candentes, o se prenda un fuego con leña, o con vegetación...