María Regla Prieto publica ‘Extraños pájaros’ (Renacimiento, 2021), un ensayo poético, o una colección de historias noveladas, sobre encuentros decisivos.
Quizás detrás de esa ambigüedad genérica que hay tanto en este como en otros libros anteriores de Regla Prieto esté la vocación investigadora de la autora, que se inició con su tesis doctoral en Filología Clásica (Epistolario latino de Luisa Sigea, 2007) y prosiguió, fértil y brillante, en las varias obras firmadas con Salvador Daza en torno a los clérigos homicidas en la España de los siglos XVIII y XIX. Pero, por encima de ello, quizás lo que domine sea el pulso de una narradora firmemente cervantina que, como el autor de las Novelas Ejemplares, no entiende el relato si este no cumple con el sagrado deber de “enseñar deleitando”, que viene a ser lo mismo que reconocer la capacidad excepcional para hilvanar poesía e historia.
Advirtiendo en los preliminares que en Extraños pájaros “nada es verdad…, nada es mentira”, y dejando al lector que marque –si es su voluntad– los límites entre una y otra, Regla Prieto aborda el relato de ocho episodios que tienen en común dos cosas: tratarse de encuentros más o menos azarosos que resultaron decisivos para las vidas en que tuvieron lugar, y estar protagonizados por seres singulares, artistas, personas de “una sensibilidad acusada”. La nómina de estos no ofrece dudas ni sobre su existencia histórica ni sobre su condición de “extraños pájaros”: Marga Gil Roësset, Juan Ramón, Jiménez, Lawrence Durrell, Henry Miller, Miguel de Unamuno, Marguerite Yourcenar, Virginia Woolf, Paul Bowles, Sylvia Plath, Ted Hugues, José Manuel Caballero Bonald, Marta Osorio y Agustín Penón. Ni más ni menos.
Quien quiera poner en segundo plano toda la seducción que el sueño, la casualidad y la magia despliegan en estos encuentros, tiene a su disposición una minuciosa bibliografía y un aparato crítico de 273 notas, atinada y pertinente cada una de ellas. Todo ese bagaje erudito está al final del libro, respetando así la lectura fluida (aconsejable) de quienes decidan dejarse arrastrar por las emociones intensísimas de los encuentros entre personas o por la perplejidad conmovedora de los encuentros entre personas y paisajes.
Hay encuentros que suspenden el ánimo, que hacen –por cómo están relatados- que su lectura se desenvuelva entre el ansia por llegar al final y el deseo de no dejar de contemplar ese momento mágico que Regla Prieto ha rescatado de los archivos para convertirlo en poesía. Especialmente así son, por ejemplo, el hallazgo de Durrell de un ejemplar de Trópico de Cáncer de Henry Miller y la vital y prolongada amistad forjada entre los autores a partir de esa anécdota; o la única conversación de apenas dos horas entre una joven y prometedora Marguerite Yourcenar y una melancólica Virginia Woolf, allá en la segunda planta de una casa londinense en penumbra en la que ambas oían el rumor de Las olas.
Hay también encuentros entre el ser humano y un paisaje al que el azar (o incluso la fatalidad) lo lleva, para convertirse, desde ese momento, en esa segunda oportunidad de mundo que todos anhelamos. Extraordinariamente relatado está el encuentro entre el niño Pepe (José Manuel Caballero Bonald) con su Argónida, “la otra banda” para los sanluqueños, es decir, el bosque de Doñana, territorio suficientemente lejano como para provocar en el escritor la fantasía visual y la fantasía narrativa de Ágata ojo de gato (1974). Y tan deslumbrante como la historia que rescata es el relato del encuentro de Unamuno con la isla de Fuerteventura, a la que llegó en calidad de prisionero, de desterrado, y donde la isla y el escritor descubrieron mutuamente su libertad.
El último encuentro es proverbial de la venturosa ingeniera historiográfica y del espléndido artificio poético que destila todo el libro. Es el encuentro de una mujer, Marta Osorio, con una maleta, repleta esta de los documentos reunidos por Agustín Penón en torno al asesinato de García Lorca. Se trata, en realidad, de un relato de encuentros y desencuentros, de grandes puertas cerradas y de secretas puertas abiertas; un relato que, de una manera singular, detectivesca y emocionante, nos narra el devenir político y cultural de España durante la segunda mitad del siglo XX. Asombroso relato.
Regla Prieto ha escrito un libro lleno de ventanas, un libro extraño y maravilloso, como los pájaros que lo habitan. Ensayo histórico y poesía, pero mucho más que esa inesperada ecuación de géneros.