Carmen Moreno: “Saint-Exupery es un tío al que hay que adorar porque estaba zumbao”

La escritora gaditana reedita su primera novela, ‘Principito debe morir’, escrita en homenaje al autor francés

Dice que escribió esta novela porque se lo dijo un niño de ocho años y ella le creyó a pie juntillas. Luego, escribirla fue pasar un buen rato, el mismo que la escritora Carmen Moreno desea para los lectores de su primera novela, que ahora reedita en Cazador de Ratas. CaoCultura habló con ella sobre este libro, sobre su editorial y sobre su experiencia en la organización de la feria del libro de Cádiz. Esto fue lo que nos contó.

Todos los libros comunican algo a quien los lee, ¿qué van a descubrir los lectores de Principito debe morir?

Una historia de acción de ciencia ficción que esconde mucho más: esconde la explotación infantil, las desigualdades sociales, el valor de la amistad, esconde muchas más cosas. En el fondo, Principito debe morir es un homenaje a la figura de Saint-Exupery, de hecho él aparece como personaje, porque yo creo que lo mejor de El principito es el autor. Saint-Exupery es un tío al que hay que adorar porque estaba zumbao, era un desastre, era piloto y se estrelló veintisiete veces.

Lo que va a encontrar la gente sobre todo es acción, aventura y toques de humor porque para mí es muy importante en la literatura que haya siempre un toque de humor. No es una novela hilarante, pero para mí es importante que te sonrías todo el tiempo.

Esta fue la primera novela que publicaste. ¿Cuál es el motivo de reeditarla ahora, casi seis años después?

Le faltaba un trabajo de pulido. Contratamos a una correctora profesional, Silvia Barbeito, que trabaja super bien e hizo un trabajo de corrección brutal. Además, es una historia que dentro del mundo académico de los institutos puede resultar divertida para los chavales.

Ahora que la literatura ha quedado como algo secundario, que las humanidades casi han desaparecido, decirle a los chavales que detrás de cada historia hay más historias me parecía interesante, me parecía bonito. De hecho ha entrado en colegios. Este año se va a ver como lectura obligatoria en algunos institutos en Madrid y Cádiz y estoy muy contenta.

Las escenas descritas a ras de suelo recuerdan mucho a la narración gráfica, ¿cómo ha funcionado el cómic que se publicó hace tres años?

No lo sé porque lo hizo otra editorial. No he visto ninguna regalía de derechos de autor. El cómic es muy chulo, nosotros vamos a complementar esta historia con un cómic en pequeño formato y vamos a dárselo a los chavales para que, junto con la historia, vayan ellos rellenando los huecos dialécticos del cómic.

Es cierto que tiene algunos recursos de cómic, pero hay muchísimo de cine, casi todos los nombres están relacionados con el cine. Llevar esta historia al cómic era bastante natural porque, en el fondo, tal y como estructura Saint-Exupery su historia —y Principito debe morir es muy fiel a los capítulos de Saint-Exupery— tiene una imagen y una estructura muy fácil de llevar al cómic y en los últimos tiempos tanto el cómic como el cine están super unidos.

No te puedo decir cómo funcionó, sinceramente, porque la editorial además cerró hace un año me parece. La historia la dibujó Francisco José Asencio, un dibujante de aquí que además es el portadista de Principito debe morir y nuestra idea es rescatarlo ahora para poder llevarlo a los colegios también.

¿Qué recuerdos guardas del proceso de escritura de Principito debe morir?

Primero que me lo pasé super bien y creo que eso se puede ver en la novela. Y luego la ingenuidad al tratar la historia. La escribí con mucha alegría. Tengo un recuerdo muy bonito de un niño de ocho años, el hijo de una amigo con quien me lo pasaba pipa jugando con él en Madrid, y le dije que tenía esta idea y con toda la naturalidad él me dijo «pues escríbela» y eso me ha acompañado siempre, esa sencillez de un niño de ocho años de no ver la complejidad que tiene crear una novela… de repente se te quita toda la presión. Me quedo con esa ingenuidad, que ahora no tengo, para nada, a la hora de enfrentarme a una novela y al mundo literario, y con lo bien que me lo pasé.

En El principito, y en tu libro también,  hay un sacrificio voluntario de un niño que en el caso del autor francés queda un poco abierto a la interpretación del lector, ¿qué explicación tiene para ti?

Saint-Exupery en realidad era un niño muy grande… Principito, cuando sale de su planeta, donde está la rosa, para descubrir otros planetas, se da cuenta de la crueldad que hay fuera. Él al principio se aburre cuidando su rosa y parece que la monotonía es un poco rollo y cuando sale de ahí se da cuenta de la crueldad y de las desigualdades y para volver a su planeta se sacrifica voluntariamente, para abandonar todos esos mundos donde él no está siendo feliz.

Yo creo que Saint-Exupery, que al final también termina sacrificándose, era una persona profundamente infeliz, de hecho estaba repudiado por su familia, era de una familia burguesa francesa, una familia muy acomodada donde no estaba bien visto que él fuese aviador. Él hacia además el trayecto de correo Cádiz-Sáhara y creo que la idea original es «yo necesito escapar de este mundo», y de hecho la serpiente le dice «sabes que para volver a tu planeta tienes que morir» y él dice «sí, sí».

Creo que es eso, salir del sufrimiento y si para eso hay que morir, es mejor morir que estar sufriendo toda la vida. Esa es la explicación que yo le doy. En el fondo, Saint-Exupery lo que hace es un alegato a la esperanza, es decir, por mucho que estés sufriendo no es necesario quedarte aquí y sufrir toda la vida. Provoca un poco de controversia decir «yo creo que la gente tiene derecho a suicidarse si quiere» y creo que es ese sentido Saint-Exupery es muy rompedor en su época, porque Principito se suicida voluntariamente para poder ser libre. Eso es lo que creo que hay detrás de la novela y por eso conmueve tanto a la gente.

Hagamos un poco de periodismo ficción, ¿qué te gustaría que dijese Antoine de Saint-Exupery si leyera tu novela?

“¡Qué bien me lo he pasado¡”, porque la idea era esa, que la gente se lo pasara bien y rescatar un poco el espíritu aventurero, infantil, que él tenía. Me encantaría.

Respecto a tu actividad como editora en Cazador de Ratas. Este es un libro de ciencia ficción, ¿cómo está funcionando el género?

Nosotros tenemos mucho más de thriller, sobre todo de thriller psicológico que me interesa mucho, que de ciencia ficción. La ciencia ficción funciona bien, lo que funciona muy mal siempre en España es el relato. La ciencia ficción siempre ha tenido buena salud teniendo en cuenta el público que siempre ha tenido. Lo que ocurre es que nosotros pensamos que tener buena salud es ser  Ironman y no es cierto, tener buena salud es tener buena salud. Y cuando un género se ha movido entre equis lectores, si ahora está en equis más uno es que la salud ha mejorado. ¿Que no está al nivel del mainstream?, obviamente, ni va a estarlo nunca.

Es igual que la poesía. Lo raro de la poesía es que ahora mismo tenga tantos lectores y eso se debe a que la poesía que hay ahora mismo es mala, la que está triunfando quiero decir, la que está vendiendo millones y millones. Es mala poesía, es muy fácil leer eso porque te lo dan todo mascado y en el fondo no hay ningún mensaje. La buena salud de la literatura no creo que haya estado nunca en entredicho, siempre está en entredicho por la gente más pesimista pero lo que no puedes pretender es que a Murakami o a Kawabata lo lean millones de españoles, es absurdo, ahora bien, ¿Kawabata goza de buena salud? por supuesto que sí, es indiscutible. Ahora ¿es mayoritario?, no.

Pero a ti te compensa editar ciencia ficción, ¿no?

Sí, pero si nos referimos solamente a lo económico hay muchas cosas que no editarías porque económicamente no va a ser rentable, pero las editoriales, sin perder de vista que somos un negocio, tienen que dar algo a la sociedad. No importa si no has vendido diez mil ejemplares, de hecho nosotros no hemos vendido diez mil ejemplares de nada, pero se trata de enseñarle al público que hay otras posibilidades dentro de la literatura y en ese sentido ya es rentable. Luego hay libros que son más rentables y otros que no, y hay libros que tiran de otros, pero yo creo que la ciencia ficción en este país es rentable, también el thriller y el terror.

¿Cómo debe ser un libro de ciencia ficción para competir con formatos tan potentes para este género como el cómic, el cine o la televisión?

Ojalá lo supiéramos y estaríamos triunfando todos. No sé como tiene que ser, la verdad. Hay un problema en España y es la vergüenza de ser españoles. Somos muy españoles cuando juega la selección, cuando hablamos de los derechos LGTBI o de un referéndum en Cataluña, pero a la hora de consumir cultura española somos muy poco españoles. Competir con el cine es imposible, nadie se plantea competir con el cómic ni con el cine, sobre todo norteamericano, que es lo que se consume en España. Tenemos mucho complejo, coges ciencia ficción española y es de lo mejorcito que se está haciendo. Partiendo de la base de que estamos super acomplejados con nuestra cultura es imposible competir.

Y luego son artes muy diferentes, es mucho más cercano y más primario lo visual. Nadie se plantea competir porque estamos perdidos, pero la ciencia ficción española goza de una salud increíble con gente como Elia Barceló, Rosa Montero, Israel Alonso, Nieves Delgado… Gente potentísima que está haciendo ciencia ficción potentísima, que se exporta, de hecho Félix Palma es un bestseller en Estados unidos o Elia Barceló en Alemania, pero que no consumimos aquí.

Carmen Moreno durante la entrevista.                                                                                                            Foto: Santiago Pérez Malvido.

El catálogo de tu editorial el año próximo será mayoritariamente cubierto por mujeres. Es una decisión legítima, ¿por qué has sentido la necesidad de justificarla en las redes sociales?

No es el catálogo, solamente la parte de Bolsilibros. Podría no haberlo hecho, podría no haberlo justificado porque es mi dinero, pero había mucha gente indignada por la decisión y no se trataba tanto de justificar sino de decirles: «¿Os dais cuenta de que nuestro catálogo tiene un 75 por ciento de hombres?». Si nuestro catálogo hubiese tenido un cien por cien de mujeres ya habría salido algún tío a decir, o alguna tía, «mira esta gente, solamente publican mujeres», porque ya hay críticas a otras editoriales que solo están publicando a mujeres. No es nuestro caso, nosotros publicamos a hombres y a mujeres.

El año que viene hemos decidido que el Bolsilibros dejaba de llamarse Bolsilibros para llamarse Woolf, por Virginia Woolf, y darle cabida también a nuevas voces femeninas. Y la explicación que se ha hecho es más un pedir perdón. Cuando empezamos en el mundo editorial, ya llevamos cinco años, yo pensé que nos tenían que llegar un montón de manuscritos de mujeres y no nos llegaba ninguno. Miramos y todo lo que empezábamos a publicar eran hombres. Salen otras editoriales que solo publican mujeres y a nosotros no nos llega ninguna. Nos pasamos un año entero preguntando qué pasa y me dí cuenta de que esa conciencia feminista que siempre he tenido no la estaba llevando a la práctica, en realidad me había calado mucho el mensaje patriarcal, sin darme cuenta.

No era tanto una explicación hacia fuera como hacia dentro, una especie de mea culpa que es interesante decir en voz alta porque haces reflexionar a otras personas. Por supuesto que en nuestro catálogo podemos hacer lo que nos de la gana porque el dinero es nuestro, pero sí que había un poco de «oye, lo siento, y espero que esto no se vuelva a repetir ni con nosotras ni con nadie». Que nos demos cuenta todos que tenemos tan normalizado que los autores tienen que ser hombres que no te das cuenta de que cuando te entran diez manuscritos te lees los cinco de los tíos y los de las tías ya los veré más adelante. Y de hecho he rechazado manuscritos de mujeres que luego han salido publicados en otras editoriales.

Han pasado ya un par de meses de la feria del libro de Cádiz. Le habrás dado algunas vueltas a cómo mejorar lo hecho hasta ahora, ¿qué te gustaría que fuese diferente para la próxima edición?

En la feria hay que cambiar muchísimas cosas, incluso a lo mejor habría que cambiarme a mí, yo no tengo ningún apego al puesto. Creo que ha habido cosas muy injustas y que la gente habla sin saber y que no conocen cuál es el presupuesto de una feria como la de Cádiz. ¿Yo me he podido equivocar?, seguro, mil veces. La feria de Cádiz ha ganado mucho lector joven, de hecho este año se ha vendido un 50 por ciento más que el año pasado, pero hemos perdido público. Es cierto que hemos ganado un público mucho más joven, que es donde he puesto más empeño  y hemos perdido un público que era el público de siempre.

Comparar el dinero que pueda mover el carnaval de Cádiz con el dinero que pueda mover la feria del libro es absurdo. La inversión, es obvio, siempre va a ser mayor porque se retribuye más a la ciudad en Carnaval.

Una de las críticas que se nos hizo, que yo no contaba con los escritores gaditanos, si cogemos el programa de la feria del libro de Cádiz, todos los días hay un escritor gaditano mínimo. Eso es injusto. Es injusto pensar, como se ha dicho, que se ha privatizado la feria del libro de Cádiz; todas las decisiones pasan por la concejala y por la Fundación Municipal de Cultura, yo no tomo ninguna decisión sin consultar, nunca. Pensar que la Fundación y la concejala Eva Tubío no se han implicado es mentira, se han implicado al mil por mil. El Ayuntamiento de Cádiz nunca se ha implicado como esta concejala en la Feria del Libro. La Feria del Libro de Cádiz siempre ha sido una anécdota para Cádiz.

Mi pregunta era cómo te gustaría que fuese el año que viene.

A mi me gustaría que fuese una feria con gente importante, con escritores importantes y que los escritores gaditanos siguieran contando, porque nunca se ha dejado de contar con los escritores gaditanos. Me gustaría que fuese una feria que fuese feria, no que fuese algo luctuoso. Me gustaría que estuviésemos todos porque creo que tenemos que estar todos, aquí no vale esta librería sí y esta no. Me gustaría que fuese una feria donde se dialogara y no donde se insultase en redes sociales y me gustaría que fuese una feria tranquila y para los ciudadanos, que es lo que siempre tiene que ser una feria, para los ciudadanos, no para que tú ganes dinero o para que yo gane dinero.

Por supuesto hay que mejorar: medios de comunicación, cartelería… todo se puede mejorar, incluso la dirección se puede mejorar, pero a mí me gustaría que fuese una feria que incluyese. Pensemos también que se celebra en una ciudad muy pequeña en la que a lo mejor hay que darle una vuelta y pensar que en Cádiz la gente se mueve por la música, por la cerveza y no se mueve por el libro.

Que fuese una feria donde lo que se ha ganado, que es la visita de la gente más joven, no se pierda, pero que se siga incluyendo a la gente de siempre. Ahí a lo mejor me he equivocado yo, al no contar con la gente de siempre, pero pensaba que era mucho más interesante traer gente nueva. Y a mi me gustaría mucho que la llevase otra persona y que yo, desde fuera, estando como editorial que es como me gusta estar, pudiera ver cómo se lleva una feria del libro mejor y pudiera aprender un poco más. De hecho le he dicho varias veces a mi jefa que el año que viene me gustaría no dirigir la feria del libro de Cádiz porque la escisión que ha habido no es buena para el mundo cultural.

Santiago Pérez Malvido

Autor/a: Santiago Pérez Malvido

Santiago Pérez Malvido nació en Cádiz en 1968. Es periodista. Ha trabajado para la Agencia Efe y para la Junta de Andalucía. Puedes encontrarlo en https://sperezm.wordpress.com/.

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