CriSSis
Capítulo 54. Planes. Nunca había sospechado que acabaría convertido en supervillano de cómic, en malo de James Bond, cerebro en la sombra. Pero John Lennon (de quien incluso tenía un disco firmado, comprado de importación a una tienducha de Londres que seguro que ahora era un restaurante japonés) tenía razón: la vida es eso que te pasa mientras estás haciendo planes para otra cosa. Él había tenido muchos planes. La mayoría tuvieron...
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Capítulo 53. Contacto. En el parque los niños jugaban como si el mundo fuera un lugar seguro, concentrados en los balones de reglamento de colorines llamativos o las bicicletas descascarilladas por el uso. Todos ignoraban el futuro porque para ellos solo había presente y el presente era este parque, donde las madres conversaban con las amigas, los policías urbanos paseaban con la cachaza de Hernández y Fernández y las palomas...
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Capítulo 52. Isidoro. El hombre se sentó frente a Castro, con parsimonia, como si gozara de este momento de revelación. Casi decepcionado, el policía encubierto comprobó que parecía un tipo normal y corriente, tirando a anodino, sin blazer de brillo ni chaqueta Mao ni gato blanco en el regazo. Traía, el colmo de la incongruencia, un botellín de agua mineral sin gas que depositó sobre la mesa como en cualquier película al uso habrían...
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Capítulo 51. Destapando —No será un montaje, ¿verdad? Mira que nos jugamos las pelotas. O mejor dicho mira que te juegas las pelotas. Blanca García había soltado la pregunta a bocajarro, nada más llegar al lounge del aeropuerto, sin cortesías ni preguntas vacuas sobre el tiempo en Londres ni, por su parte, información tonta sobre las vicisitudes del viaje. —Ya has visto las fotos, jefa —contestó Parker, incómodo, sin saber muy bien si...
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Capítulo 50. Negociaciones. El hombre fumaba. Una marca de tabaco cualquiera, ni muy exótica ni muy mundana. Fumaba con cierta afectación, como si quisiera darse ínfulas. Si Castro no supiera muy bien a qué habían venido ambos a este puticlub remoto, víctima de las buenas costumbres y la maldita crisis, habría jurado que su misterioso interlocutor estaba nervioso. Pero no se hacen las evaluaciones hasta que no se corrige el último...
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Capítulo 49. La cuerda. A la gente corriente no le interesa la política. Esa es el arma en la que se basan los dictadores: pan y circo, mejor. Más fuerza tiene un penalti que un libro. Mientras se mire hacia un lado, no se mira hacia otro. A la gente corriente no le interesa la actualidad. La información entraña una dosis insoportable de preocupación. Un terremoto acojona. Un descarrilamiento te hace temer subirte a un tren para los...