Cantar los detalles

‘Urgencia de lo minucioso’. Luis Ramos de la Torre. Lastura. Madrid, 2021.

La vida moderna es un ajetreo constante de labores, lo que provoca que los detalles pasen desapercibidos; no todos son tan asombrosos como para embriagarnos. Ante nuestros ojos se muestran volátiles, livianos, anodinos. Menos mal que tenemos la poesía que nos lo trae envueltos en música, como si fuesen plenitud. Así, se presenta Urgencia de lo minucioso (Lastura) del escritor y músico Luis Ramos de la Torre, «un poemario verdadero, ya que expresa […] su modo propio de captar el mundo, a través de un mecanismo de trascender lo próximo », según advierte José Luis Puerto en el prólogo. 

En esta séptima entrega lírica, tras las tres últimas Del polen al hielo, Lo lento y El dilema del aire, sugiere el zamorano a detenernos en lo singular de la vida. El título guarda cierta correspondencia con los citados, ya que su autor fija el punto de partida en lo que somos, tiempo transitado, por tanto de una herida, con objeto de alentarnos a capturar esos instantes y deleitarnos en su claridad.

Urgencia de lo minucioso se encuadra dentro de la lírica que constituye en el lector un faro moral mediante la depuración formal, lo que hacen exquisito este libro de poemas. Se trata de una sucesión de textos (solo subtitulados al final en minúsculas, tal vez con el objetivo de que el lector carezca de una influencia primera y las palabras finales actúen como reajuste) que pone en marcha las relaciones humanas con la naturaleza. Tal idilio es evocado mediante el uso de imágenes que el lector contribuirá a completar en el ideario que oculta la realidad.

Una de las características expuestas en su anterior libro, El dilema del aire, luz, aparece nuevamente en este más reciente, Urgencia de lo minucioso. A Luis Ramos le interesa presentar el conjunto, limpiamente, salvando las dedicatorias a seres queridos, y el paratexto inicial (García Valdés, Hölderlin y Valente), que nos conduce a la poesía metafísica.

Del medio centenar largo, apenas seis sobrepasan el margen de la página, lo que nos induce a pensar en una laboriosa entrega de depuración en el poema. Uno de esos poemas clave recogen la propuesta del poeta andariego, al modo de sus maestros Antonio Machado y Claudio Rodríguez: «¡Cunde el campo! / ¡Anda! ¡Nunca dejes de andar, / unce tu ritmo y tu raíz a la naturaleza»; hasta destellar en su conclusión: «Urge lo minucioso».

El sujeto poético no protagoniza, pues se encuentra invadido por un afán de fugacidad: «Estamos tocados por el tiempo, ungidos / por la urgencia, por el dolor que a todos nos persigue». De ahí que inste a fijarnos en los detalles vividos, que nos transmiten autenticidad y calma: «hay un otoño minucioso […] / está la permanencia, / la sencillez, sin par, la vida». El tono, reposado y plástico, predominante emerge del punto donde convergen emotividad y pensamiento, mientras que las sensaciones arraigan en fragmentos sensoriales («La desnudez del fresno, / la cellisca / abrazadora de la luz y de la tarde, / aquel aire en el heno del espigar sencillo») y el pensamiento se forja en aprehender toda la belleza del orden natural («Así el sendero que trazamos solo espera / irse haciendo honestamente a nosotros, / caminándonos»).

Son muy sutiles los poemas que permiten captar sucesos de la vida como si se deslizaran de manera delicada y lenta, en busca de lograr una imagen más plena y certera de lo que nos ofrece la primera visión, donde Luis nos invita al proceso de vernos en el conjunto del ser y nuestro entorno: «Atreverse a mirar, / aprender a ser algo más que un mero testigo, / más que una especie de materia en tránsito». El proceso reflexivo de análisis del entorno se eleva en varias composiciones, donde el afán por asombrar los pensamientos se convierte en toda una experiencia que conduce al feliz entusiasmo: «Vigilia y vértigo, / materia, / que nos reta y nos vive sin remedio»; «Pero el árbol sigue ahí esperándonos / en todo lo común que aún nos llama». Contribuyen a esa sutileza, trascendiendo las vivencias, las elipsis verbales y las imágenes empleadas: «En lo común, / en sus barañas y aciertos, / como un alzado breve / del corazón desnudo de su prisa».

Luis Ramos de la Torre.

Lejos de lo explícito, el motivo metapoético y metalingúistico, es decir, la relevancia que tiene la poesía y la palabra se proyectan en la naturaleza; en su analogía perpleja reside su poder: «Pero hay algo secreto en el azar del aire / algo esperando en las palabras / que aún nos sobrecoge y nos conmueve». Son patentes, además, el ritmo y la sonoridad, creando una atmósfera de musicalidad suave y recurrente, así se entiende la búsqueda consciente de coincidencias fónicas, la armonía vocálica: «y es junio ahora aposento para la voz, / alero, / coraza y enjambre a la ved de todo aquello».

Tan solo nos resta volver a disfrutar con los versos encendidos de Luis Ramos de la Torre y recomendar la lectura de estas experiencias vitales, tan líricas como reflexivas, que conforman Urgencia de lo minucioso.

Jesús Cárdenas Sánchez

Autor/a: Jesús Cárdenas Sánchez

Jesús Cárdenas es licenciado en Filología Hispánica, Programa de Doctorado de Ciencias del Espectáculo (Universidad de Sevilla) y Máster en Formación e Investigación Literaria y Teatral en el Contexto Europeo (UNED). Es autor de los libros de poemas: ‘La luz de entre los cipreses’ (2012), ‘Mudanzas de lo azul’ (2013), ‘Después de la música’ (2014), ‘Sucesión de lunas’ (2015), ‘Los refugios que olvidamos’ (2016), ‘Raíz olvido’ (2017) y ‘Los falsos días’ (2019). Varios de sus textos se han traducido al inglés, francés, portugués e italiano. Como crítico literario y periodista cultural colabora con diferentes revistas literarias.

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1 Comentario

  1. Gracias Jesús por la atención y la consideración que aparecen en tus reflexiones sobre este libro de poemas tan querido por mí, continuaremos «cantando los detalles». Seguimos en el canto

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